Una piedra en el camino

Por dónde empezar. A veces el final debe ser el principio. Y el agradecimiento debe preceder a nuestras palabras. Vaya, que gracias. A Goizalde Landabaso, por dar luz-en Hágase La Luz– a esta columna pese a que ésta no tendrá jamás el buen gusto de Bego Yebra, ni el regusto de quien ha acostumbrado a poner su voz a este espacio y a la reivindicación colectiva. De eso sabemos algo.

Hoy «La Pedrada» debería emplear éstas, las piedras, para describir qué me trae aquí. Saben aquella que dice «una piedra en el camino me enseñó que mi destino era rodar y rodar…  « Sin ánimo de reivindicar el reinado de la famosa ranchera,  es cierto que las piedras del río tienden a pulirse gracias a los golpes de la vida.

Dicen que una piedra que rueda mucho no acumula musgo; y quien añade que esos cantos rodados ganan  cierto brillo a fuerza de erosión. Porque el roce hace el cariño, aunque desde la física siempre nos recuerden que el roce provoca erosión y desgaste. Todo es cuestión de perspectiva, claro. 

Las piedras, pesadas o no, sirven para construir y destruir. Cimentar, edificar… y también para arrojarlas contra aquello que no nos gusta. Un juego básico en el caso de los niños. Un río, una piedra, un niño, una tarde. «Nunca tires piedras si crees que volverán y te golpearán», recuerda Hamilton… Aunque yo prefiero aquella otra de: «no se deben tirar piedras y esconder la mano».

Así que puestos a coleccionar pedradas,  tengo la intención de contar lo que nos pasa. Que no es poco. Desde el defensor de la libertad que tira contra los medios y quienes puestos a presidir un país se compromete a indultar a quienes hace 4 años procuraron por todos los medios, también piedras, que Biden no fuera considerado presidente.  

Me refiero a Trump y Musk. Una dupla que gana enteros elevados a la X potencia. X, su red, se ha llenado de bulos.  Las piedras contra la prensa las lanza Musk, que me consta es también blanco de las pedradas de Edu García.

Semana a semana, en esta columna, emplearemos las pedradas para construir, no una muralla, sino para pulir aristas. 


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Palabras sueltas

Weblog sobre radio, comunicación e historias del día a día. Me defino como un radioyente metido a locutor, pues el periodismo siempre fue una excusa para acortar distancias.