Váyase a paseo

Un simple paseo en vísperas del día de los enamorados. Lo vi tendido sobre una acera de Bilbao. Aparecía desnudo de cintura para arriba. Su poderoso torso quedaba al descubierto y una seductora mujer de sensuales curvas lo espachujaba contra su pecho. Todo esto lo vi con mis propios ojos en aquella portada. La novela romántica guardaba equilibrio sobre la papelera a la que parecía condenada a precipitarse. Papel sobre papel… una novela romántica abandonada a su suerte. Bookcrossing en pleno paso de peatones. Nadie detuvo el suyo para llevarse aquel ejemplar.

Los paseos suelen ser fuente de inspiración. No es nada original. Hace unos días llegó a mis manos un libro de contenido menos sensual, aunque más sugerente que el anterior. La publicación es una aproximación a la vida y obra del escritor Rafael Argullol al que se define con tres verbos: caminar, pensar, escribir.

Caminar…

Caminar fue norma para los discípulos de Aristóteles. El filósofo paseaba con ellos reflexionando sobre la vida… peripatein significa dar vueltas y se les conocía como los partipatéticos. Recuerdo bien cómo nuestro profesor de filosofía nos propuso emular en el instituto a aquellos filósofos. Lo nuestro, me temo que siempre se limitó a un ejercicio patético.

Actualmente se recomienda andar 30 minutos al día, es suficiente para que nuestro organismo obtenga esas mejoras asociadas a esta práctica. La velocidad es importante, y lo más recomendable es ir aumentando el ritmo y el tiempo progresivamente para obtener mejores resultados. También es importante la hora del día a la que salimos a pasear. Hacerlo a primera hora de la mañana aporta energía, mientras que caminar por la tarde -o noche- ayuda a dormir mejor. Nada dice la OMS sobre las aportaciones filosóficas que pasear a tal o cual hora puede aportar.

Pensar…

Estudios e investigaciones los hay a miles. Por ejemplo, uno publicado por la Universidad de Standford señala que los paseos son muy beneficiosos a la hora de intentar ser creativos y tener diversas ideas o puntos de vista. Pero no lo es tanto si perseguimos encontrar una solución concreta, una respuesta inequívoca. Los paseos favorecen nuestra creatividad, pero nos dispersan de la concentración.

Escribir…

Nuestra creatividad puede ir en aumento cuanto más atractivo es el entorno que elegimos para dar el paseo. Argullol lo dijo desde muy temprano: el poeta, el artista, el pensador necesita ser nómada para descubrir su razón de ser.

Así que cuando alguien le mande a paseo, no se ofenda. Más que un desplante le está haciendo un favor.


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Palabras sueltas

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