Lo peor está por llegar

Seguro que esta frase les suena: Lo peor está por llegar. En los medios de comunicación nos hartamos de pronunciar esas palabras. Lo peor está por llegar. Dan ganas de darse me día vuelta en la cama y esperar el fatal desenlace. Porque peor no podrá ser; es lo que tienen los superlativos, que no hay quien los supere ni dan margen a la esperanza.

A fuerza de escuchar esa frase machaconamente hemos descubierto que se puede estar diciendo una y otra vez “lo peor está por llegar” sin miedo a que nadie tenga miedo y, por tanto, apague su radio televisión o dispositivo móvil.

Lo peor está por llegar. Lo escuchamos habitualmente cuando hay una tormenta, un temporal, una previsión meteorológica adversa. Que no mala, porque el buen tiempo o mal tiempo depende de nuestras circunstancias. A saber, no es lo mismo estar a 30° en una terraza tomando un refresco, que subido a un andamio; como tampoco es igual estar en una estación de esquí con una nieve estupenda para deslizarse la de abajo, que conducir nuestro vehículo con las laderas cubiertas de esa misma nieve, pero de aquella manera.

Lo peor está por llegar: hay un 80 % de posibilidades de que al menos uno de los próximos 5 años  sea el más caluroso jamás registrado. Sin paños calientes, ni fríos…

Es el aviso, la nueva alerta, de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Y ese 1,5 es  el límite fijado por el Acuerdo de París para evitar efectos aún más catastróficos del cambio climático.

Pues eso, que lo peor está por llegar…aunque a cierta edad incluso se atisba la esperanza. A sus 99 años, David Atenborough sostiene que en los próximos cien años, podría haber tanto una extinción masiva de la vida marina como una espectacular recuperación de sus poblaciones. El divulgador británico asume que no llegará a ver «el desenlace de este estado de cosas», pero, tras haber dedicado su vida a explorar el planeta, asegura seguir «convencido de que cuanto mayor sea el número de personas que disfruten del mundo natural y lo comprendan», más se ampliará también la esperanza de salvar tanto esa biosfera.

Recuérdenlo cuando escuchen de nuevo eso de que “lo peor está por llegar”.

 

Palabras sueltas

Weblog sobre radio, comunicación e historias del día a día. Me defino como un radioyente metido a locutor, pues el periodismo siempre fue una excusa para acortar distancias.