Carlos Acosta nació en Cuba hace 48 años y se formó en la Escuela Nacional de Ballet de La Habana donde inició una trayectoria que le llevaría hasta el Royal Ballet de Londres, del que fue primer bailarín. En Distrito Euskadi conversamos con el coreógrafo cubano en el Teatro Arriaga de Bilbao sobre la relación íntima que mantiene con el ballet, una disciplina artística que nunca imaginó pudiera convertirse en el centro de su vida.
Como refleja la película «Yuli» de Icíar Bollaín, tanto su dura infancia como la obstinación de su padre por evitar que delinquiera fueron claves para entender una carrera basada en talento y pasión. Ahora, Acosta se sitúa al frente de la dirección de su propia compañía, Acosta Danza, con la que gira por el mundo en paralelo a sus labores como director del Birminghan Royal Ballet.
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