Escribir duele. Puntos de sutura. Cuando nuestros fantasmas visten letras, los ojos nos devuelven un mundo que la boca rara vez acierta a describir. Punto en boca. Obsesiones pasadas, incógnitas futuras… Puntos suspensivos. El proceso de destilación puede durar minutos, días o semanas. Punto y seguido. Cada sentada supone 3 ó 4 horas de soledad para apenas dos minutos de lectura. Punto y aparte.
Llegados a este punto, me cuesta trabajo pensar que 20 líneas mecanografiadas puedan cobrar sentido. Se aprecia mucho ruido en esta otra vida que llevamos tras la pantalla. Una sociedad hiperbólica donde cada cual tiene qué contar sin tener en cuenta el interés de su discurso. Así que el pasado verano me dio el puntazo de escuchar con mayor atención, pues no se debe salmodiar sin reflexión previa. Por esa razón y por la malsana puntualidad que me asiste, busco refugio en un selecto zapping matinal. Al margen del podcast, caen escaneadas por mi dial no menos de 4 emisoras de radio distintas. Unas, por obligación; otras, por devoción. Pero hay un tercer grupo que es puro exotismo. Por puntualizar: France Bleu – Pays Basque, Baby Radio o la BBC Radio 4.
Fue en ese punto del dial -en mi clase gratuita de listening– donde escuché que su voz se apagaba: John Humphris se despedía de la radio británica. Punto final tras 32 años en antena. «Las figuras de la esfera pública suspiran de alivio», subraya el director general de la BBC. Palabras que glosan el puntilloso periodismo liberal que debe imperar en los medios públicos. Una crónica honesta, descreída del poder político y con el punto de mira situado sobre la agenda e intereses reales de los ciudadanos que lo financian. Una utopía que no es tal, sino fruto del compromiso profesional y consenso político.
La política -léase partidos- y todo poder en general se sirven de los medios con la aspiración de que estos últimos se plieguen a sus fines. Pero su fin no puede ser otro distinto a situarse en medio. Y el que media y despunta, por pura lógica, estorba a todos pues no contenta plenamente. Justa insatisfacción que apuntala también estas líneas. No soy dado a los consejos, pero me sacaré el siguiente de la chistera: sintonicen con sus favoritos y les regalarán el oído mientras dictan su pensamiento; escuchen a sus adversarios para obtener otra visión de las cosas y conformar así una opinión completa. Siempre fue recomendable contrastar puntos de vista para no hablar de oídas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.